lunes, 30 de julio de 2007

Consideraciones para uso de TIC en procesos formativos


Material didáctico: Es un dispositivo instrumental que contiene un mensaje educativo, por lo cual el docente lo utiliza para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje. (Jonathan Castillo).

Efectivamente la definición de “material educativo” conlleva la identificación de una herramienta instrumental. De ese modo, la definición de Castillo es pertinente, al situar esa definición en el plano de la “implementación”. Para esa elaboración conceptual, es necesario que previamente exista un acuerdo respecto a la finalidad educativa del programa o currículo a desplegar. Resulta evidente que la claridad de propósitos educativos conllevará a una mejor identificación de los materiales didácticos a emplear, y por ende, de una caracterización previa de lo que entendemos por “material didáctico”.

En ese escenario, el ejercicio de aproximar el contexto generado por el uso de TIC al uso de material didáctico se justifica, por cuanto, un dispositivo didáctico debe considerar la cultura, el entorno, la interacción social donde se produce la construcción de aprendizajes. Con esa consideración, es impensable desarrollar el ejercicio pedagógico sin atender la cultura juvenil y/o adolescente, o bien, de la cultura infantil y sus desarrollos de personalidad, según corresponda.

Las nuevas tecnologías de la información y comunicación son parte de esa interacción social cotidiana y están transformando la manera de aprender y enseñar. Jóvenes y niños se apropian de la cultura mediática existente; convivimos con la TV por Cable, la digital, la satelital, los computadores con conexión inalámbrica, los pagos de servicios por Internet, la bajada de games on line, el RedBanc, los DVD, los celulares y su mensajería, entre otros, además, los portales educativos que implementan diversas instituciones nos manifiestan que en muchos ámbitos de formación y convivencia, las TIC están generando un protocolo interacción social, de carácter global que desconfigura el sentido tradicional-moderno del tiempo y la distancia, e incluso plantea la posibilidad de construir nuevos mundos posibles, a modo de “realidades virtuales” como es el caso de second life. En ese sentido, habrá que describir el material didáctico como un dispositivo multimedial dirigido a colaborar en los procesos formativos.

Algunas Intervenciones educativas tecnológicas existentes

Clasificar las posibilidades de intervenciones tecnológicas según el soporte, determinando sus características.

Hay que dejar establecido que los materiales multimedia deben utilizarse cuando hagan algún aporte a los procesos de enseñanza y aprendizaje. Una vez identificada una circunstancia en las que el uso de esos materiales puede ser conveniente, se deberá proceder a seleccionar (entre los materiales disponibles) cuál es el más apropiado. Por otra parte, hay que considerar que el uso didáctico de los materiales multimedia puede realizarse en múltiples contextos.

Sea cual sea el contexto de utilización habrá que considerar cuando procede que todo el grupo clase utilice el mismo material y cuando es mejor proporcionar a los alumnos diversos materiales y actividades, más "a medida" de sus necesidades formativas. (Pere Marques, 2003).

Siguiendo la propuesta efectuada por Pere Marques; podemos distinguir:

1.-Programas directivos. Proponen preguntas y ejercicios a los alumnos y corrigen sus respuestas. P.E Programas de ejercitación, Programas tutoriales, etc.

2.-Bases de datos. Presentan datos organizados en un entorno estático mediante unos criterios que facilitan su exploración y consulta selectiva para resolver problemas, analizar y relacionar datos, comprobar hipótesis, extraer conclusiones. P.E. Programas tipo libro o cuento Bases de datos convencionales.

3.-Simuladores. Presentan modelos dinámicos interactivos (generalmente con animaciones) y los alumnos realizan aprendizajes significativos por descubrimiento al explorarlos, modificarlos y tomar decisiones ante situaciones de difícil acceso en la vida real. P.E. Modelos físico-matemáticos, Entornos sociales

4.-Constructores o talleres creativos. Facilitan aprendizajes heurísticos, de acuerdo con los planteamientos constructivistas. Son entornos programables, que facilitan unos elementos simples con los cuales pueden construir entornos complejos. P.E. Constructores específicos, Lenguajes de programación

5.-Programas herramienta. Proporcionan un entorno instrumental con el cual se facilita la realización de ciertos trabajos generales de tratamiento de la información: escribir, organizar, calcular, dibujar, transmitir, captar datos. P.E. Programas de uso general, Lenguajes y sistemas de autor.

Algunas ventajas

Motivación. Los alumnos pueden quedar muy motivados y la motivación es uno de los motores del aprendizaje. Interacción. Los estudiantes están permanentemente activos al interactuar con el PC. Permanencia. Se promueve un trabajo autónomo, riguroso y metódico. Múltiples perspectivas. Los hipertextos permiten la exposición de temas y problemas presentando diversos enfoques, formas de representación y perspectivas para el análisis. Alto grado de interdisciplinariedad. Las tareas educativas realizadas con las TIC permiten obtener un alto grado de interdisciplinariedad debido a la versatilidad y gran capacidad de almacenamiento. Individualización. Resultan muy útiles para realizar actividades complementarias y de recuperación en las que los estudiantes pueden autocontrolar su trabajo. Actividades cooperativas. Propicia el trabajo en grupo, el intercambio de ideas y la cooperación. El trabajo en grupo estimula a sus componentes y hace que discutan sobre la mejor solución para un problema, critiquen, se comuniquen los descubrimientos. Contacto con las nuevas tecnologías y el lenguaje audiovisual. Contribuyen a facilitar la necesaria alfabetización audiovisual. Proporcionan información. Acceder a bases de datos a través de Internet puede proporcionar todo tipo de información multimedia e hipertextual. Proporcionan entornos de aprendizaje e instrumentos para el proceso de la información, incluyendo buenos gráficos dinámicos, simulaciones.

Algunas desventajas

Desorientación informativa. Muchos estudiantes se pierden en los hipertextos y la atomización de la información les dificulta obtener visiones globales. Distracción. Los alumnos se pueden se dedicar a asuntos ájenos a la formación formal. Ansiedad. La continua interacción puede provocar ansiedad en los estudiantes. Desarrollo de estrategias de mínimo esfuerzo. Los estudiantes pueden centrarse en la tarea que les plantee el programa en un sentido demasiado estrecho y buscar estrategias para cumplir con el mínimo esfuerzo mental. Aislamiento. Los materiales didácticos multimedia pueden permiten al alumno aprender solo, y puede acarrear problemas de sociabilidad. Dependencia de los demás. Algunos estudiantes se pueden convertir en espectadores de los trabajos de los otros. Cansancio visual y otros problemas físicos. Un exceso de tiempo trabajando o malas posturas pueden provocar diversas dolencias.

Diversas características para una buena intervención educativa-tecnológica

  1. Fácil de usar y tendiente a la autoexplicación; la navegación fácil y la claridad del procesos a desarrollar ayudan a mejora la calidad de la formación
  2. Motivadora; si está circunscrita a una variable del cotidiano del estudiante, permite mayor motivación, lo que es clave para un buen proceso formativo. A mayor vínculo con su cotidiano, mayor motivación ya que se asocia al propio proyecto de vida.
  3. Temática relevante, sea como aspecto público o para la construcción de conocimiento, ya que le otorga una pertinencia en la generación de conocimiento significativo.
  4. Abiertos y amigables; a fin de permitir la interacción comunicativa y la flexibilidad en la elaboración del pensamiento y las propuestas.
  5. Que atienda las universos simbólicos de la unidad educativa; es decir, que considere los entornos culturas y sus respectivas interacciones sociales
  6. Orientado al estudiante; considerar la cultura juvenil, el equipamiento tecnológico, la demanda estudiantil en cuanto a la formación y le desarrollo de habilidades sociales y/o cognitivas centra el proceso en el aprendizaje más que en la enseñanza.
  7. Sistema de evaluación transparente y de entrega oportuna; dirigida a aspectos formativos y cualitativos, permite evaluar el proceso de construcción de aprendizajes más que calificar ciertos resultados parciales.
  8. Uso de multimedia; equilibrando utilización de texto respecto a otros medios, se permite una mayor apropiación tecnológica, aprovechando el equipamiento tecnológico del estudiante y su capacidad creativa.
  9. Calidad técnica en el soporte, de acuerdo a plataforma informática. Existente; es decir, deberá atender la disponibilidad técnica tanto del espacio educativo como de la herramienta personal del alumno. Una mala decisión al respecto puede causar frustración y no motivación.

martes, 17 de julio de 2007

¿Una modernidad auténtica?


Al igual que ocurre con diversas esferas de la sociedad, la evolución tecnológica afecta a los sistemas de enseñanza, y no sólo a los medios didácticos sino a todos los elementos del proceso educativo: los objetivos de la educación, los actores: usuario/profesor, la institución que distribuye la enseñanza, la relación de comunicación; en definitiva, las redes de la world, wide, web constituyen un claro desafío para la educación, pero al mismo tiempo la educación, por ser uno de sus campos preferentes de utilización, constituye a su vez, un desafío para los servicios de información que en ella actúan:“(...) la tecnología está cambiando radicalmente los sistemas sociales y educacionales, a través de una combinación de sistemas de transporte, comunicaciones, entretenimiento e información” (R. Taylor, 1995, p. 103) .

Este enfoque ha contribuido a instalar en el desarrollo de la investigación educativa una necesidad de esclarecer, o por lo menos aproximarse, a la naturaleza de los procesos de aprendizaje de los seres humanos, analizando específicamente el conocimiento, actitudes y prácticas producidas por procesos mentales e intersubjetivos de las personas; lo cual aparece como importante para las propuestas educativas que tienen como propósito ayudar a evitar el aumento de las brechas sociales existentes a través de mejorar la calidad de la educación, entendiéndola como un factor clave de la movilidad social:“Una modernidad auténtica no puede confundirse con un simple proceso de modernización. Va mucho más allá. Supone una visión que concilia la libertad individual y la pertenencia comunitaria; superando desde la misma modernidad, un racionalismo estrecho. En fin, propone producir una sociedad capaz de actuar sobre sí misma y conjugar progreso, equidad y democracia”. (E. Ottone, 1994, p. 12) .


Se observa la instalación de un discurso que intenta establecer una relación fluida entre las instancias formadoras institucionales y formales con los diversos elementos de este nuevo tramado técnico y mediático, propiciando para ello una formación que contenga elementos para “prepararse” toda la vida, lo cual responde en gran medida a la necesidad de actuar generando igualdad de oportunidades, tan esencial para el desarrollo de las personas. (J. Delors, 1996)

En el inicio del siglo XXI, queda de manifiesto que la educación no es sólo un hecho restringido a la palabra escrita, sino que su saber recorre y se expresa por una amplia gama de medios de transmisión, apelando a todos los sentidos. Estos medios de comunicación tienden a configurar valores, conductas, pautas de consumo, actitudes. Cabría preguntarse si el cambio de soporte de producción, transmisión, intercambio y consumo de mensajes involucrados en este proceso formador implica la adecuación de la tradición pedagógica a los nuevos formatos comunicacionales, o viceversa, es decir, que los cambios mediáticos no impliquen necesariamente cambios en los modelos curriculares, finalmente, en los propósitos educativos: (...)La aparición y el desarrollo de sociedades de la información, así como la continuación del progreso tecnológico, que constituye, en cierto modo una tendencia importante del Siglo XX, subrayan su dimensión cada vez más inmaterial y acentúan el papel que desempeñan las aptitudes intelectuales y cognoscitivas. En consecuencia, ya no es posible pedir a los sistemas educativos que formen mano de obra para un empleo industrial estable; se trata más bien de formar personas para la innovación, capaces de evolucionar, de adaptarse a un mundo en rápida mutación y de dominar el cambio (Delors. P. 71)

Se trata de un desafío nada menor, considerando que apenas el 3.1% de chilenos/as está teniendo acceso a Internet, que comparado con el 36.7% de Suecia , evidencia las grandes brechas existentes, esto sin atender las mecanismos de alfabetización digital, la infraestructura disponible, y las habilidades cognitivas para emprender el conocimiento significativo.

La Aldea heterogénea


El espacio público, virtual, es un sistema interconectado, en el cual se configura el mensaje como medio. Ahora bien, se trata de un espacio heterogéneo, dinámico, interrelacionado, distinto a la aldea mcluheana. En ese sentido se manifiesta el planteamiento de Castells: "(...) la galaxia de Mc Luhan era un mundo de comunicación de sentido único, no de interacción. Fue, y sigue siendo, la extensión de la producción de masas, de la lógica industrial al reino de los signos, y, resultó insuficiente pese al genio de Mc Luhan, para expresar la cultura de la era de la información. Porque el procesamiento de la información va mucho más allá de la comunicación de sentido único (...)"[1].(Castells, Manuel. 1999, p. 374.)

Es tal la diversidad, que Castells, como contrapartida, nos propone la figura de la "virtualidad real", figura discursiva que manifiesta la multiplicidad de sentidos en el contexto medial actual, distinto a un sistema con sentido único: “(...) el nuevo poder reside en los códigos de información y en las imágenes de representación en torno a los cuales las sociedades organizan sus instituciones y la gente construye sus vidas y decide sus conductas. La sede de este poder es la mente de la gente”. (Castells, 1999, p. 12.)[2]

Para Castells, el sitio a ocupar es la “mente de la gente”. Es el lugar destinado a recibir mensajes emitidos mediante nuevos códigos e imágenes de representación. ¿Todo es construcción mental, estamos atrapados por nuestro lenguaje?. ¿ Hay una realidad externa a la “mente”?. Esto viene a manifestar la crisis epistemológica en relación con la construcción de sujeto, con el alcance de la objetividad, y finalmente, con el problema de la verdad y lo verosímil. Incluso, se ha sostenido un debate ontológico que no viene al caso aproximar.

Por otra parte, la producción de la multimedia digital está basada fundamentalmente en la operatoria y construcción del pensamiento humano. La interacción humano-computador también responde a esa lógica, basta imaginarnos al teclado o mouse, como órganos sensoriales que canalizan mensajes en formato de bits, los cuales ingresan a la CPU o procesador. La CPU - procesador central-, almacena y procesa una cantidad gigantesca de esos datos, los cuales vuelven a salir una vez procesados hacia el exterior por diversos medios: una pantalla, impresora, un parlante, etc. Este esquema evidencia el modelo de caja negra que opera en la lógica informática.

Seguramente el gran parecido entre la computadora y el ser humano ha ayudado a considerar los recursos computacionales como algo imprescindible: ¿Afán de obtener más y más información?. ¿Colaboración eficiente y eficaz para mejorar los procesos productivos?. ¿ Canal en vivo y directo para comunicar todo tipo de emociones?, ¿ Recurso educativo que entrega a los procesos de aprendizajes más calidad, rapidez y capacidad de reflexión?. Cabe señalar que la incorporación de las tecnologías en los quehaceres diarios se incrementa día a día. Se estima que existen más de 600 millones de redes informáticas (M. Castells, 1999.)

[1-2] Castells Manuel. La era información. Vols. I, II, III, Siglo XXI, editores, 1999.

Los procesos formativos requieren uso de las TIC


Resulta fundamental para el uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en la Formación General del Pregrado de la Universidad de Chile, considerar el equipamiento y el capital cultural de los estudiantes en formación, ello, porque permite atender los actuales procesos de socialización, donde las TIC[1] permean los modos de construir el conocimiento. De ahí que en los procesos de enseñanza-aprendizaje sea significativo considerar el uso de esas nuevas tecnologías.

Ya entrados en el siglo XXI, observamos un escenario de permanente y dinámico cambio mediológico, vivimos procesos de transformación profunda en el formato de la transmisión y recepción, en el soporte a través del cual se realiza la mediación comunicativa. Las nuevas tecnologías de la información y comunicación están transformando la manera de aprender y enseñar. Adultos, jóvenes y niños se apropian de la cultura mediática existente; convivimos con la TV por Cable, la digital, los computadores con conexión inalámbrica, los pagos de servicios por Internet, el RedBanc, los DVD, los celulares y su mensajería, entre otros, además, los portales educativos que implementan diversas instituciones nos manifiestan que en muchos ámbitos de formación y convivencia, las TIC están generando un protocolo interacción social, de carácter global que desconfigura el sentido tradicional-moderno del tiempo y la distancia, e incluso plantea la posibilidad de construir nuevos mundos posibles, a modo de “realidades virtuales” como es el caso de second life.

Cabe señalar al respecto, que la masificación del acceso a estas tecnologías, responde a políticas públicas regionales, que han querido producir y mejorar el capital humano. Esta característica se sitúa en un debate acerca de la finalidad de los procesos educativos; tarea aún no consensuada – sólo instalada desde un enfoque de poder hegemónico -, como lo es aquel que comprende el acto educativo, en su nivel superior, como una instancia para formar identidades cognitivas que alcancen una eficiencia social - profesional. Sin embargo, la posibilidad de constituir mundos posibles, a través de recursos digitales, implica a su vez disponer de una gran diversidad de medios de comunicación y de un sujeto activo en el acto comunicativo. Un sujeto moderno que se sitúe con una mirada y voz crítica y reflexiva en el espacio público.
[1] Abreviatura de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación.